domingo, 9 de junio de 2013

                                                 

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lunes, 13 de mayo de 2013


CRITICA DE LA CLASE DE EDUCACIÓN ÉTICO-CÍVICA


La clase de educación ético-cívica es una de las asignaturas que gusta tenerlas un viernes a última hora porque es de las que no hace falta hacer deberes y con prestar atención y copiar es necesario para entender prácticamente todo; además es una clase divertida y participativa. Probablemente también influya en lo ameno de la clase, el profesor, es ente caso Enrique P. Mesa.
Es un profesor que explica bastante bien el contenido de la asignatura y que suele poner ejemplos que entendemos todos y que incluso podemos haber vivido. Sin embargo, hay otros ejemplos que pueden resultar demasiado colectivos y, un poco, dejando como borrachos a todos los adolescentes.
Pasando a los exámenes, estos están bien planteados y nos hacen pensar y, si queremos aprobarlos, prestar atención en clase. Además hacen que se pongan en marcha la imaginación (quizá demasiado) y la forma de redactar.
También se nos hace ver una película al trimestre relacionada con el tema que estemos dando o como comparación de nuestro estado político actual en España o en casi cualquier país desarrollado.
En estas películas siempre hay puntos clave y cosas que debemos entender para tener una buena nota en el examen, puesto que para aprobar vale simplemente con ver la película. Por ejemplo, este año, en la primera evaluación, se nos mandó la película de “Grease”, en la que sobre todo había que fijarse en el cambio que experimentaban los dos protagonistas para gustarse entre ellos; en el segundo trimestre, nos tocó ver “V de Vendetta”, película en la que se hace una comparación con el mundo actual vista desde el futuro, pero con ideales y pensamientos del pasado. En esta película yo creo que lo importante era saber entender el por qué del comienzo de la revolución después de no haberlo conseguido anteriormente y lo que significaban los símbolos.
En la tercera evaluación la película es “12 hombres sin piedad”, donde se complica la elección de un jurado en declarar a un muchacho culpable y llevarlo a la muerte o inocente y volver a celebrar el juicio por matar a su padre. En mi opinión, importan la poca capacidad de elección de los seres humanos y el llevarse por la colectividad, aunque no se piense lo que se vota.
Con esta explicación de las películas he querido dar a entender que es entretenido verlas y que son una buena elección porque da la sensación de haberlas entendido a la perfección.
Los blogs, siendo voluntarios, son una buena forma de ver lo que los alumnos entienden y piensan de un tema.
Pero dejando aparte todo esto y que el profesor aparenta estar un poco loco, la asignatura es muy divertida y el contenido es bastante entretenido e interesante y, a lo mejor, no nos sirve para ser médicos, o ingenieros, pero sí como cultura general, como una forma de entender la vida y como una de saber vivirla.


sábado, 20 de abril de 2013




La Felicidad
La felicidad es un estado de ánimo que se produce cuando una persona está contenta con lo que tiene, es decir, cree que ha alcanzado su meta.
Cada persona es feliz de una forma pero en mi opinión solo es feliz quien haya probado todos los aspectos de vida, las formas de divertirse y todas y cada una de las grandes y pequeñas cosas de este mundo, y que haya conocido  a todas las personas, y puesto que es imposible conocerlo todo, nadie es feliz de verdad.
Por eso, siempre existe una felicidad verdadera y una falsa, aunque yo no le pondría ese nombre, puesto que a la verdadera es imposible llegar.
Todos podemos creer ser felices y sentirnos bien con lo que tenemos, pero la felicidad ni es absoluta ni es posible.
Un ejemplo de ello está en cualquiera de nosotros: no siempre estamos felices, siempre tenemos momentos de tristeza, y en caso de que, imagínenselo, hubiéramos nacido en un lugar en el que la tradición es mantener a las personas encerradas en una torre durante toda su vida, sin conexión con el mundo exterior, y no conociéramos otra tradición; ¿estaríamos felices? ¿Tendríamos la necesidad de salir de la torre? Muy probablemente seriamos muy felices y no tendríamos la necesidad ni la curiosidad de salir fuera, porque esa es nuestra vida y no conocemos nada más fuera de eso. Esa es la que se llamaría una felicidad falsa (o, más bien, la felicidad).
No haciendo caso a lo dicho anteriormente, pensemos que hemos llegado a conocer y a probar todos los aspectos de vida, todas las formas de divertirse y todo lo conocido y por conocer de este mundo, incluyendo personas, ¿seríamos felices?
En mi opinión no lo seriamos porque nunca nos va a gustar todo y aunque nos quedemos con lo que más nos guste, tendríamos un recuerdo de lo que no nos gustara que, al recordarlo, no nos haría ser felices.

Pero puesto que no podemos conocerlo todo y supongo que, al igual que yo, nadie querría conocerlo todo, propongo que nos quedemos con las cosas que si sabemos y que seamos felices con ellas, sin preocuparnos por buscar una verdadera felicidad y que disfrutemos de cada momento en la vida, sea bueno o malo, siempre sacándole el lado positivo.
Después de pensar en la felicidad, he llegado a la conclusión de que , realmente la felicidad falsa es la única felicidad a la que podemos llegar y la felicidad que merece la pena buscar; esto no significa que, al igual que las niñas que salen en los documentales que hablan del maltrato sexual infantil y que se sienten felices practicando sexo obligatorio porque no conocen nada más, no busquemos otras modalidades de vida distintas y que nos agraden más.

sábado, 2 de febrero de 2013


¿SON TODAS LAS CULTURAS IGUALES?




A mi saber, no todas las culturas son iguales, pero creo que hay que respetar todas siempre que no sean dañinas para las personas de otra cultura distinta.
Hay tradiciones que permiten hacer cosas que otras culturas piensan que son malas y creo que eso solo deberíamos respetarlo siempre que no nos incumba.
Pero no solo hay que mirar lo que a nosotros nos conviene. Seguramente hay gente a la que no le gusta formar parte de su cultura pero, ¿Por qué no pueden hacerse de otra cultura?
Su propia cultura no lo permite y eso es con lo que no estoy de acuerdo y creo que la sociedad está lo suficientemente avanzada como para poder quitar o cambiar algunas tradiciones machistas o racistas. Un ejemplo de ello es la cultura musulmana, en la que los hombres pueden enseñar partes de su cuerpo como los brazos y las mujeres no, y hasta hace poco tampoco podían conducir ni ejercer ningún trabajo cualificado. Esta cultura es racista respecto a los turistas que van a visitar su país y que no les dejan entrar en sitios sagrados vestidos de normal o enseñando brazos o piernas. Otro ejemplo es la cultura japonesa, que prohíbe a las mujeres replicar, exponer o simplemente hablar delante de los hombres en el trabajo o en la calle. También piensan que los occidentales no sirven para trabajos difíciles y menos en Japón.
La tradición japonesa tampoco deja llorar en público, lo que me parece una falta de sensibilidad y de sentimientos.
Hay otras culturas que obligan a la novia cuando se casa a no volver a ver a sus padres para cuidar a los padres del marido. No lo veo bien porque el vínculo entre los padres y los hijos, sean chico o chica ha de ser lo suficientemente fuerte como para no romperlo solo por casarse, como la india.